«Read Your Way Around the World» es una sección del New York Times que invita a destacados escritores de todo el mundo a crear guías literarias sobre sus ciudades de origen. Como en un cuestionario Proust, cada autor responde siete preguntas que los ayudan a seleccionar libros con los que dar a conocer la ciudad y su cultura. Han Kang escribió sobre Seúl, Juan Villoro sobre Ciudad de México, la ganadora del Booker Prize Bernardine Evaristo sobre Londres, y la ganadora del Goncourt Leila Slimani sobre París. Samanta Schweblin, una de las voces más influyentes de la literatura argentina contemporánea, fue invitada para hablar de la ciudad de Buenos Aires.
Conocida por la manera en que captura lo inquietante en lo cotidiano, Schweblin es autora, entre otros títulos, de Distancia de Rescate y Kentukis, que le han valido reconocimiento internacional. Fue finalista del Man Booker International Prize y ganadora del Premio Juan Rulfo por su cuento “Un hombre sin suerte”. En la encuesta de New York Times, Schweblin combina clásicos como “El Aleph”, de Borges, y “El matadero”, de Esteban Echeverría, con obras contemporáneas como Los peligros de fumar en la cama, de Mariana Enriquez, y El nervio óptico, de María Gainza.
“¿Qué debería leer en el avión?”. La pregunta que abre el cuestionario da un aire como de llegada, de proximidad. Schweblin propone una selección de relatos breves: a los mencionados más arriba “El matadero” y “El Aleph”, agrega “Casa tomada», de Cortázar, “Blanca», de Sara Gallardo, y “Hoy temprano», de Mairal. “Si querés aterrizar con una comprensión general del lugar, empezá por textos más breves”, dice.
La siguiente pregunta propone ver Buenos Aires desde diferentes ángulos (“¿Qué libros pueden mostrarme otras facetas de la ciudad?”). Schweblin sugiere tres títulos: El nervio óptico, de María Gainza, “una buena guía para cualquier visitante que quiera pasear por barrios y museos de arte”; Fantasmas, de César Aira, “uno de los escritores más prolíficos de la ciudad, con más de cien libros publicados en su haber”; y Ciencias morales, de Martín Kohan, que habla de “uno de los colegios más tradicionales de la ciudad”, con una perspectiva histórica sobre el final de la dictadura.
A la pregunta “¿De qué escritores habla todo el mundo?”, Schweblin responde con tres mujeres que comparten “una furiosa determinación por repensar la historia y una valentía admirable para nombrar lo que ha sido silenciado”: Mariana Enriquez con Los peligros de fumar en la cama; Gabriela Cabezón Cámara, con Las aventuras de la China Iron, y Selva Almada, con El viento que arrasa.
“Si no tengo tiempo para excursiones, ¿qué libros podrían llevarme allí en su lugar?”. Schweblin arma una constelación de clásicos y nuevos escritores con los que explorar el país: las crónicas Una cuestión de pertenencia, de Hebe Uhart, Las malas, de Camila Sosa Villada (curiosamente las dos fueron destacadas hace poco por el mismo New York Times), Un cementerio perfecto, de Federico Falco, que transporta al lector a las áreas rurales de Córdoba; también menciona Zama y Nido en las entrañas, de Antonio di Benedetto y El entenado, de Juan José Saer.
Las últimas preguntas del NYT hablan de cómo Buenos Aires recibe a sus lectores, y Samanta Schweblin dice que, a pesar de ser una ciudad activa y febril, hay muchos rincones donde es posible sentarse a disfrutar de la lectura. El Jardín Botánico es un oasis verde en medio del bullicio, o los cafés porteños, donde uno puede pasarse horas con solo un cortado. Los porteños, además, se enorgullecen de la abundancia de librerías: El Ateneo, en Santa Fe y Callao, es una de las más bellas del mundo; la histórica Librería de Ávila, frente al Colegio Nacional Buenos Aires, y en Palermo está Eterna Cadencia, que se destaca por su catálogo cuidado y su ambiente acogedor. La Avenida Corrientes mantiene viva la tradición literaria nocturna con sus librerías de segunda mano que abren hasta después de la medianoche. Y para quienes prefieren caminar con auriculares, Schweblin dice que una buena compañía es el audiolibro de La invención de Morel, de Adolfo Bioy Casares, una obra clásica que, más de 80 años después, sigue siendo tan relevante y fascinante como el día en que fue publicada.
Los títulos recomendados por Samanta Schweblin
- “El matadero”, Esteban Echeverría
- “El Aleph”, Jorge Luis Borges
- “Casa tomada”, Julio Cortázar
- “Blanca”, Sara Gallardo
- “Hoy temprano”, Pedro Mairal
- El nervio óptico, María Gainza
- Fantasmas, César Aira
- Ciencias morales, Martín Kohan
- Los peligros de fumar en la cama, Mariana Enriquez
- Las aventuras de la China Iron, Gabriela Cabezón Cámara
- El viento que arrasa, Selva Almada
- Una cuestión de pertenencia, Hebe Uhart
- Las malas, Camila Sosa Villada
- Un cementerio perfecto, Federico Falco
- Zama y Nido en las entrañas, Antonio di Benedetto
- El entenado, Juan José Saer
- La invención de Morel, Adolfo Bioy Casares